La Fundación se divide en dos entidades para asumir nuevas actividades, manteniendo al mismo tiempo la calidad de las que ya presta en la actualidad.
Cáritas Diocesana y Hurkoa han decidido crear una nueva entidad que permita a la Fundación seguir creciendo y ampliar sus áreas de actividad, manteniendo al mismo tiempo los niveles de calidad de los servicios que ya presta. Hurkoa se quedará con la tutela de personas mayores y/o con enfermedad mental y con el programa de atención a personas mayores frágiles, ambos de carácter más individual; mientras que Hurkoa Zainduz asumirá la gestión del centro de día y del programa de atención a sacerdotes mayores, de carácter más colectivo. La nueva estructura evitará que las diferentes actividades que desarrolla la Fundación se solapen entre sí y limiten su crecimiento.
Hurkoa ha experimentado un importante crecimiento en los últimos años, tanto en plantilla como en número de atendidos. Actualmente tutela a más de medio millar de personas mayores y/o con enfermedad mental, entre tuteladas, defendidas y atendidas, y vela por alrededor de 80 personas mayores frágiles, una cifra que a medio plazo se prevé que crezca bastante. Por su parte, el centro de día roza prácticamente el lleno y tiene un ritmo de actividad con el que podría tener casi su propia personalidad jurídica, y el programa de atención a sacerdotes mayores atiende ya a 49 personas repartidas en tres residencias distintas.
Este volumen de actividad alcanzado ha llevado a Hurkoa a separar por un lado la tutela de personas mayores y con enfermedad mental y la atención a personas mayores frágiles, y por otro la gestión residencial, que abarca al centro de día y el programa de atención a sacerdotes mayores, que a partir de ahora se enmarcarán en una nueva Fundación, Hurkoa Zainduz. Esta medida les permitirá crecer con mayor dinamismo en función de las necesidades y sin interferir entre ellas, al estar separadas, y podrán asumir a medio plazo nuevos servicios para prestar a la sociedad guipuzcoana. Además, podrán centrarse más en sus respectivas áreas, asegurando los niveles de calidad ofrecidos.
Los usuarios no notarán los cambios
Los cambios generados por la creación de la nueva Fundación se producirán sobre todo a nivel jurídico, y las personas atendidas no notarán en la práctica del día a día variaciones en el servicio recibido. La estructura de equipos y procesos se mantiene y la política, misión y valores de las dos fundaciones serán las mismas. Además, en los estatutos de la nueva Fundación queda recogido que los miembros del patronato de Hurkoa Zainduz tienen que ser también patronos de Hurkoa, para garantizar que el espíritu con el que nace la nueva entidad comparta su ideología.
Las distintas instituciones seguirán manteniendo la relación con la matriz, si bien los contratos del personal que trabaja en la gestión del centro de día y del programa de atención a sacerdotes mayores quedarán subrogados a la nueva Fundación, eso sí, manteniendo la antigüedad por la actividad desarrollada hasta ahora en Hurkoa.
Si bien a corto plazo los cambios serán mínimos, estos serán más patentes a medio plazo. Se prevé que para comienzos de 2015 Hurkoa comience a tener un desarrollo mayor y se abra a nuevas actividades. Así, Hurkoa Zainduz podría ofrecer nuevos servicios en el ámbito de las personas con enfermedad mental, como la gestión de un centro de día para personas mayores con diagnóstico psicogeriátrico, algo que se ha planteado en más de una ocasión. Por su parte, la actividad tutelar, la que mantiene Hurkoa, podrá crecer en otros servicios como el de atención a la fragilidad, que se prevé que adquiera un importante volumen, necesitando trabajadores sociales exclusivos y una estructura propia.