El Obispado quiere aprovechar su experiencia para mejorar la calidad del servicio ofrecido a sacerdotes mayores, tratando de reducir los costes.
A partir de un estudio solicitado por el Obispado de San Sebastián a Hurkoa para conocer la realidad de las necesidades de los sacerdotes mayores del territorio (análisis demográfico, número de plazas necesarias, prevalencia, infraestructuras existentes…), la propia Diócesis guipuzcoana propuso a la Fundación hacerse cargo de la gestión de la atención a sus miembros mayores de 75 años con algún grado de necesidad de apoyo. La idea, aprovechar la experiencia de Hurkoa en este ámbito para poder mejorar el servicio, posibilitando a su vez una reducción en los costes.
Los centros que asumirá la Fundación son la residencia del Seminario donostiarra (32 plazas), un piso en la calle Urdaneta de Donostia (12 plazas), una vivienda en Irún (8 plazas) vacía actualmente que se acondicionará en las próximas semanas, así como diferentes domicilios en los que residen curas que necesitan un pequeño apoyo pero que aún pueden vivir de forma autónoma en sus casas. En total, Hurkoa prevé atender a más de medio centenar de sacerdotes mayores de 75 años de toda Gipuzkoa entre personas tuteladas, en residencias cuando son ya dependientes o con pequeños apoyos en sus domicilios.
Para ello, la Fundación dedicará a dos personas de manera exclusiva a este servicio, aunque los profesionales tanto del Centro de Día como del área tutelar también van a intervenir en el asesoramiento del diseño del programa (puesto ya en marcha este mismo mes) y en la posterior implantación. El resto de profesionales que trabajaban actualmente en estos centros para el Obispado lo seguirán haciendo, si bien sus funciones estarán gestionadas ahora por Hurkoa, que llevará a cabo una reorganización del diseño actual.
Objetivos
El reto que se ha marcado Hurkoa es ambicioso: mejorar el sistema de la atención, dotar de mayor calidad el servicio y abaratar los costes mediante una gestión adecuada, ante el encarecimiento registrado en los últimos años en medio de un panorama ensombrecido por la crisis. Para ello, realizará un estudio de los proveedores, ordenando y unificando compras, y reordenará el personal, adecuando puestos. Estas mejoras se irán notando poco a poco a partir de la mitad de este año, haciéndose plausibles en 2014.
En cuanto al incremento de la calidad, si bien los usuarios están muy contentos con el cuidado que reciben, Hurkoa considera que hay servicios de los que no disponen y deberían disponer, como es el caso de la figura de la enfermera para el control de medicación, de la asistencia sanitaria, etcétera, por lo que ha contratado a una enfermera a media jornada. Asimismo ha concertado un servicio de provisión de medicamentos con una farmacia. Mediante este convenio será la farmacia, especializada en este servicio, la que suministre las medicinas ya organizadas en los blister, con lo que no ha lugar a equívocos.
Plazos
Desde este mes de enero Hurkoa ya ha asumido la dirección en la gestión y está comenzando a definir el programa, cuyo diseño se prolongará hasta marzo (el estudio está realizado, pero es cuando se está dentro cuando hay que concretar in situ los puntos a mejorar y la manera de funcionar). De marzo a diciembre se desarrollará la fase de implantación, dejando para 2014 su consolidación, insertando indicadores de calidad, económicos, de eficacia y eficiencia, encuestas de satisfacción del usuario... de manera que existan datos objetivos de cómo van las cosas.
Hurkoa terminaría su trabajo en diciembre de 2014, aunque está abierta a seguir colaborando en la gestión del programa. Y es que para la Fundación es una oportunidad nueva en un área nueva, ya que no se dedica a gestionar centros como vocación, pero entiende que este proyecto donde hay personas mayores en situación de fragilidad o de dependencia encaja perfectamente con su misión.