Beketik se define como un centro de “experiendizaje”, cimentado en la confluencia de dos conceptos: paz y ética (bases que se reflejan tipográficamente en su nombre), y cuyo objetivo final es el fomento del cambio personal y social hacia una manera de vivir más ética. También con este mismo fin, entre sus variadas actividades organiza un programa de convivencias para que los miembros de colectivos con dificultades de inserción en la sociedad puedan evolucionar como personas.
Hurkoa ha tenido la fortuna de poder participar en este programa, al que acudió con tres monitores y quince personas con enfermedad mental tuteladas por la Fundación. En un lugar idílico en medio de la naturaleza como es Arantzazu, desde donde Baketik despliega su actividad, el grupo de Hurkoa disfrutó entre los días 2 y 4 de mayo de un variado programa lleno de experiencias, cargándose de la energía que desprende el entorno del Santuario.
Las jornadas de reflexión estuvieron enriquecidas con actividades como charlas, paseos por la zona, teatro, visitas al Santuario, al parketxe de Arantzazu, a las cuevas de Arrikrutz o a la cuadra, sala de ordeño y quesería de Gomiztegi, una exhibición con perro pastor… y un largo etcétera. Siendo los franciscanos del Santuario los que ofrecieron su propia hospedería para que el grupo de Hurkoa se pudiese alojar.
Ésta es la segunda ocasión en la que personas tuteladas por la Fundación participan en las convivencias organizadas por Baketik, después de que en 2010 disfrutaran de su primera experiencia. La intención de Hurkoa es poder regresar nuevamente en el futuro, pues el resultado ha sido en ambas ocasiones altamente satisfactorio. Todas las personas que formaron el grupo de la Fundación mostraron su disposición a volver, y a seguir mejorando y evolucionando como personas a partir de su conocimiento interior.