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13, Septiembre 20
El nuevo centro residencial suma doce plazas nuevas a las ya existentes en el Seminario y la calle Urdaneta de Donostia, todas gestionadas por Hurkoa.
El Programa de Atención a Sacerdotes Mayores de la Diócesis de San Sebastián gestionado por la Fundación Hurkoa cuenta desde el pasado mes de julio con un nuevo centro residencial. Se trata de una vivienda con capacidad para 12 personas situada junto a la Iglesia Nuestra Señora del Juncal en Irun, que ya cuenta con tres residentes. En este momento son ya 48 los curas guipuzcoanos atendidos en estos centros, si bien se espera que este número se incremente gradualmente.
Hurkoa asumió a comienzos de este año el Programa de Atención a Sacerdotes Mayores de la Diócesis de San Sebastián, encargándose de la gestión de la residencia del Seminario, con 32 plazas, y una vivienda situada en la calle Urdaneta de Donostia, con 12 plazas. A éstas hay que añadir ahora las 12 que acoge la nueva vivienda puesta en marcha en Irun el pasado mes de julio, y que ya cuenta con tres personas residiendo en ella. En total, ya son 48 los curas guipuzcoanos mayores de 75 años que ocupan las habitaciones de estos tres centros, si bien se espera que este número se incremente paulatinamente.
La idea es que los sacerdotes que residan en las viviendas de la calle Urdaneta y de Irun sean personas autónomas, dejando las instalaciones del Seminario para aquéllas que presentan algún grado de dependencia. En las viviendas se ofrecerán algunos de los servicios más básicos de apoyo, como el de cocina, ropa o limpieza del hogar, ajustándose el servicio de enfermería a una vez por semana, cuya atención correrá a cargo del propio equipo del Seminario donde el apoyo es continuo.
Características del nuevo centro
La nueva vivienda de Irun está situada junto a la Iglesia de Nuestra Señora del Juncal y cuenta con dos plantas (las dos superiores de una casa de cuatro pisos) conectadas internamente. La de abajo alberga las habitaciones y la de arriba el salón, la cocina y el comedor, entre otras estancias.
Las dependencias se han rehabilitado casi en su totalidad, cambiando por completo el suelo y la instalación eléctrica, pintando paredes y techos, ampliando el comedor (de seis a quince plazas), renovando la cocina y todo el mobiliario, entre los que se incluyen desde mesas o frigoríficos, hasta camas, colchones o sillas, entre muchas otras cosas.
